En un evento sin precedentes, la presentación del auto se ha realizado íntegramente online por primera vez en los más de 70 años de historia de la Casa de Maranello.
Antes de la presentación se enviaron en las semanas previas diferentes newsletters a los clientes con la finalidad de facilitar el acceso a una plataforma que incluía videos exclusivos e ilustrativos del concepto que hay detrás del automóvil, su rediseño y el contenido técnico principal.
Conviene recordar que el Portofino M es el primer Ferrari que se presenta después del periodo de cierre de la empresa debido a la crisis del Covid-19.
Esto lo convierte en un símbolo del comienzo de un viaje de redescubrimiento, reafirmando el compromiso del Cavallino Rampante por la innovación, siempre combinada con un profundo respeto a su legado, la pasión y la constante búsqueda de la perfección.
Todos estos valores se reflejan en el nuevo Portofino M, cuya letra “M” viene de modificado que, en la jerga de Ferrari, sirve para codificar los diseños que se distinguen por una evolución que ha contribuido significativamente a mejorar las prestaciones de un coche.
Esta nueva evolución del Ferrari Portofino incluye un sinfín de innovaciones técnicas. Por ejemplo, el rediseñado tren de potencia, la nueva caja de cambios de ocho velocidades y el manettino de cinco posiciones con el modo ”Race” incluido, toda una primicia en un spider GT de la Casa de Maranello.
Gracias a estas y otras muchas nuevas características, el Portofino M combina a la perfección las prestaciones de un GT de verdad, con la emoción de su conducción, su agilidad y una gran versatilidad en su uso diario.
En lo relativo al tren de potencia, el motor de 3.855 cm3 del Ferrari Portofino M, pertenece a la premiada familia de motores turbo V8 cilindros merecedora por votación del galardón «International Engine of the Year» durante cuatro años consecutivos. El motor se ha optimizado para desatar sus 620 CV a 7.500 rpm, veinte caballos más que el del Ferrari Portofino.
La caja de cambios de ocho velocidades, ha sido completamente rediseñada con respecto a la transmisión anterior de siete velocidades, y por primera vez está disponible en un Ferrari convertible. Esta caja se basa en una arquitectura de doble embrague en baño de aceite cuyas dimensiones totales se han reducido un 20 %, mientras que el par transmitido ha aumentado un 35%.
Desde el punto de vista de la dinámica del vehículo, la mayor innovación del coche es, sin duda, la introducción del manettino de cinco posiciones, una novedad única en un spider GT del Cavallino Rampante.
El objetivo era ampliar las ya excelentes prestaciones de conducción y tracción del Ferrari Portofino, añadiendo el modo “Race”, cuya posición, se apoya en el sistema Ferrari Dynamic Enhancer, que tiene por misión principal maximizar el placer de conducción y la diversión al volante.
La notable evolución tecnológica también se refleja y destaca visualmente en el renovado diseño de la parte delantera del coche, en concreto los parachoques, más deportivos y agresivos. Tanto su interior como exterior hacen gala de un sentido harmónico tanto en su expresión como en su intención, con formas que a veces son más nítidas y otras más suaves y fluidas.
Esta obra maestra del Cavallino Rampante en cuanto a diseño y tecnología, representa la perfecta evolución del Ferrari Portofino. Con un carácter más deportivo que su predecesor, ofrece una mayor facilidad de manejo, no solo manteniendo sino más bien, incrementando el confort a bordo gracias a algunos nuevos opcionales, como los sistemas ADAS, y los asientos ventilados y calefactables.
El Ferrari Portofino M mantiene la personalidad dual de su predecesor, siendo el único coche en el mercado que puede definirse como un verdadero coupé de techo duro y un verdadero spider convertible gracias a la tecnología de techo rígido retráctil (RHT), marca de la casa en los descapotables del Cavallino Rampante.
Las dimensiones compactas del Portofino M hacen que sea perfecto para cualquier ocasión. Verdaderamente su inigualable versatilidad y confort a bordo, convierten cada recorrido en un viaje de redescubrimiento.